Arquitectura romana: Panteón
PANTEÓN DE AGRIPA
Autor: Se desconoce, aunque se atribuye a Apolodoro de Damasco.
Patrocinador: Marco Agripa.
Localización espacial y cronológica: Siglo II d.C. (123-126 d.C., siendo emperador Adriano. Se reconstruye sobre un templo anterior de época de Augusto (año 27 a.C.), encargado por su lugarteniente, Marco Agripa.
Estilo y época: Arte romano.
ANÁLISIS TÉCNICO
Tipología: Es un Templo romano.
Espacio interior: Consta de dos partes muy diferenciadas: en primer lugar, a modo de pronaos, un pórtico octástilo que se divide en tres naves separadas por columnas. A continuación, un enorme espacio circular, la naos o cella del templo, cubierta por una gran cúpula de media naranja. En el interior se alternan espacios arquitrabados (capillas rectangulares) con otras abovedadas (capillas semicirculares), que se corresponden con los arcos de descarga exteriores. En la cúspide de la cúpula, nos encontramos un orificio u óculo de 9 metros de diámetro, que servía para dar luz y para la salida de humos, incluso para la recogida del agua de lluvia. El espacio tan amplio y diáfano de la cella y la luz que penetra por el óculo es uno de los grandes logros de los espacios interiores de la arquitectura romana.
Espacio exterior: Consta de un pórtico octástilo (pronaos) y de un espacio circular enorme (naos).
Materiales y técnicas de construcción: El material fundamental es el Opus Caementicium, es decir, hormigón de cal con cascotes y ladrillo (Opus Laetericium), utilizado en los arcos y revestimiento interior. La columnata exterior, cornisas, pavimento y, en general, el interior, llevará piedra noble (mármoles).
Elementos constructivos:
- Elementos sustentantes: La gran cúpula que cierra el espacio circular se apoya en un tambor cilíndrico o muro que soporta todo el peso. Este tambor que descansa sobre las columnas corintias está articulado con macizos y vanos alternados, arranca de una cornisa a la mitad de la altura total, y acaba en un óculo redondo de iluminación. La cúpula tiene un gran diámetro (43,20 m) exactamente idéntica a la altura de la misma; se adelgaza y aligera al elevarse por el material menos pesado utilizado (hormigón, ladrillo y piedra pómez) y por los casetones reticulados, que van decreciendo hasta llegar a la cúpula. El muro exterior circular es muy grueso, aunque no macizo ni continuo, carece de vanos, a excepción de las puertas y en él están insertados ocho grandes machones (grandes pilares), poco apreciables a primera vista y que son los soportes reales de la cúpula. Están disimulados en el espesor del muro, por lo que parece que son las delgadas columnas adosadas a las hornacinas las que hacen la función sustentante, cuando en verdad son más decorativas que estructurales. Los arcos de medio punto tienen un papel fundamental en la cubrición, pero apenas son visibles.
- Elementos sostenidos: Las cubiertas son de diversos tipos: armadura de madera en el pórtico, bóveda de cañón en el pequeño tramo de la entrada y cúpula semiesférica en el cuerpo principal, que es la más interesante.
Elementos decorativos: Los elementos decorativos tienen más interés en los interiores que en el exterior. Ahora perdida, la decoración era bastante más ostentosa de lo que vemos. Había esculturas en su frontón, los fustes de las columnas tenían colores fuertes atenuados ahora por el paso de años, pavimento de colores vivos y formas geométricas, etc. Los casetones de la cúpula, probablemente, estarían decorados con estuco dorado sobre los que se enmarcarían grandes rosetas metálicas. El exterior es muy simple en la decoración, que se reduce a tres cornisas en el muro de la rotonda y a la fachada clásica de orden corintio. Ello era así porque gran parte del edificio estaría tapado con los edificios colindantes, hoy desaparecidos. Además, la plaza alargada y estrecha que había frente al edificio proporcionaba una visión frontal del pórtico. Sólo la parte superior de la cúpula quedaría a la vista, y estaba recubierta por tejas de bronce dorado.
Incompleto. No desarrolles tanto los apartados de análisis, esos deben ser concretos y claros. El desarrollo se deja para la contextualización histórica.
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